El propósito de la diplomacia pública radica en influir sobre la opinión pública global mediante estrategias de comunicación, proyección cultural o cooperación avanzada, reforzando la reputación y legitimidad internacional de un país.
Los programas de visitantes constituyen una modalidad paradigmática de dicha diplomacia y, en este sentido, la línea de trabajo que desde hace dos décadas mantiene activa la Fundación Carolina se ha mostrado especialmente relevante para construir una comunidad epistémica iberoamericana, dinamizar la cooperación técnica y generar alianzas y redes profesionales robustas.
Las conclusiones del estudio cualitativo sobre la trayectoria del programa plasman estos logros, y proponen impulsar su agenda tecnológica, así como incidir en iniciativas de formación continua, mentoría y fortalecimiento de espacios de trabajo en la región.








