Resumen
Ayer martes, 2 de diciembre, tuvo lugar una nueva sesión del ciclo de encuentros «De camino a la Cumbre Iberoamericana», realizado en colaboración con el Ateneo de Madrid.
En una sesión dedicada a examinar el presente y futuro de la región, especialistas en política, cooperación y desarrollo abordaron los principales retos que enfrenta hoy Centroamérica en materia de institucionalidad democrática, cohesión social y oportunidades económicas. El encuentro, celebrado en el marco del ciclo “De camino a la Cumbre Iberoamericana”, reunió a voces destacadas del ámbito académico y profesional, que coincidieron en la urgencia de fortalecer los sistemas democráticos en un contexto de creciente complejidad.
Participaron en la jornada Hugo Camacho, presidente de la Sección Iberoamericana del Ateneo de Madrid; Érika Rodríguez Pinzón, directora de la Fundación Carolina; Alexander Segovia, docente de la Universidad Loyola y coordinador Red Iniciativa Centroamérica (RED-ICA); Elvira Cuadra, investigadora asociada del del Centro de Estudios Transdisciplinarios de Centroamérica (CETCAM) y del Central American Research Alliance (CARA); Alberto Mora, coordinador del Informe Estado de la Región, Programa Estado de la Nación; y Gerson Ortiz, periodista guatemalteco en el exilio.
En la presentación, Hugo Camacho puso en contexto el encuentro, enmarcado en el ciclo: «De camino a la Cumbre Iberoamericana», que se está desarrollando en el Ateneo de Madrid, y destacó el papel de estas cumbres como herramienta para «fortalecer los lazos históricos y culturales que unen a Iberoamérica».
A continuación, la directora de la Fundación Carolina, Erika Rodríguez, situó el debate recordando que Centroamérica es una región a menudo ignorada en España, pese a su relevancia geopolítica, su alta interdependencia interna y su proximidad estratégica a Estados Unidos. Enfatizó la importancia de fortalecer ciudadanía, sociedad civil y capacidades técnicas ante los retos de desarrollo, desigualdad, transición económica y vulnerabilidad climática.
Durante la mesa, los ponentes subrayaron que la región atraviesa “un momento decisivo” y que la consolidación democrática depende de la capacidad de articular gobernabilidad, justicia social y participación ciudadana. Se destacó que, pese a los avances, persisten desigualdades estructurales y una profunda desconfianza hacia las instituciones, elementos que limitan el desarrollo y generan vulnerabilidades políticas y sociales.
En primer lugar, el economista salvadoreño Alexander Segovia planteó que Centroamérica funciona como “un laboratorio político” donde coexisten —y chocan— dos formas de ejercer el poder: la democrática y la oligárquica. Sostuvo que la crisis actual es el resultado de transiciones incompletas, donde no se modificaron estructuras de poder y se separó artificialmente la reforma política de la económica. Asimismo, alertó sobre la exportación regional del “modelo Bukele” como narrativa legitimadora de nuevos autoritarismos.
La socióloga nicaragüense Elvira Cuadra analizó la persistencia de dinámicas postconflicto nunca resueltas plenamente. Identificó rasgos comunes en los nuevos autoritarismos: concentración del poder presidencial, cooptación institucional, corrupción, vínculos con crimen organizado, militarización y creciente restricción de derechos. Advirtió además sobre la paradoja social: ciudadanías vulneradas que, ante el deterioro democrático, muestran simultáneamente inclinación hacia órdenes autoritarios y confianza en elecciones como vía de cambio.
El investigador Alberto Mora, del Informe Estado de la Región, mostró datos que confirman un retroceso democrático profundo: gran parte de la región ha regresado a niveles de autocracia comparables a los de los años ochenta. Explicó que las democracias centroamericanas quedaron truncadas, sin Estados capaces de prestar servicios básicos ni sostener políticas públicas. Señaló también que el crecimiento económico ha sido desigual, con estructuras productivas estancadas y baja inversión social.
Finalmente, el periodista guatemalteco Jerson Ortiz ilustró, con el caso del encarcelamiento de José Rubén Zamora y la persecución judicial a periodistas, cómo la erosión institucional opera desde el sistema de justicia y cómo persisten estructuras de poder que usan la legalidad para neutralizar voces críticas.
En conjunto, la sesión ofreció un diagnóstico sólido: Centroamérica vive una crisis democrática multidimensional, pero también cuenta con actores —especialmente juventudes, mujeres y movimientos sociales— que siguen defendiendo espacios de libertad y participación, abriendo oportunidades para el futuro de la región.
Sobre el ciclo: De Camino a la Cumbre Iberoamericana
Con este espacio de reflexión y debate se busca abordar los principales retos que enfrenta el sistema iberoamericano, así como su papel en un orden internacional en transformación, marcado por la crisis del multilateralismo, el auge de nuevas potencias y la necesidad de renovar los vínculos de cooperación.
Este ciclo de conversatorios se desarrolla con la vista puesta en la próxima Cumbre Iberoamericana, que se celebrará en Madrid en 2026.