Tribuna Red Carolina

Las Mariposas, un legado que inspira valentía y compromiso

Las Mariposas, un legado que inspira valentía y compromiso

El 25 de noviembre del 1999 comenzó esta historia, que se gestó mucho antes, en la cocina de mi bisabuela allá en Salcedo, donde entre el aroma a vegetales frescos, café y aderezos caseros, ella me daba mis primeras lecciones de empoderamiento e igualdad, sin haber leído a Simone de Beauvoir. 

Recuerdo cómo me contaba la historia de las muchachas, las hermanas Mirabal, me decía de su admiración por la valentía, el coraje y el compromiso con el que Patria, Minerva y María Teresa habían asumido la lucha por la libertad, por la democracia de la República Dominicana. Esas tres mujeres jóvenes fueron activistas contra el régimen del dictador Rafael Leónidas Trujillo. Su asesinato, un crimen anunciado, marcó para siempre la historia de mi pueblo, de mi país y su memoria sirve hoy para recordarle al mundo que detener la violencia contra las mujeres es un asunto de Estado, para lo que hombres y mujeres debemos trabajar juntos.

La obra y el sacrificio de mis predecesoras, mujeres atrevidas y valientes, han hilvanado el Estado de derecho que hoy en día vivimos las mujeres en la República Dominicana. Paso a paso hemos ido completando las piezas de este traje de igualdad que debe lucir cada mujer y cada niña dominicana, sin manchas de discriminación o violencia en ninguna de sus expresiones, para mostrarse plena y vivir con la libertad de ejercer su derecho a decidir. El emblema de las hermanas Mirabal nos recuerda la situación de violencia de género que en América Latina y el Caribe afecta al 50% de niñas y mujeres. Y nos deja desvestida una gran realidad: que, en el mundo, los derechos de muchas mujeres aún no se respetan y muchas mujeres mueren por ello. Pese a que ya ha pasado más de medio siglo desde la muerte de las hermanas Mirabal, “aún es tiempo de las mariposas”, porque su legado inspira valentía, sororidad y compromiso.

Ellas han sido la musa que me ha inspirado a forjar mi carrera política, a construir mi apuesta por un mundo capaz de tener la fortaleza y seguridad de lograr la igualdad y así disfrutar de una vida libre de violencia, una sociedad que no discrimine y ver a cada país lograr la igualdad de oportunidades para hombres y mujeres conviviendo en paz.

Como mujer dedicada al ejercicio político llevo en mi memoria el ejemplo emblemático de las hermanas Mirabal, su determinación a luchar por lo que creían, su valentía de hacerlo aun sabiendo los peligros que implicaba su lucha, su participación política consciente basada en valores democráticos.

Hoy las mujeres del mundo siguen denunciando los abusos y violencias que sufren en el hogar, en las relaciones de pareja, en el trabajo, así como la violación y el acoso sexual, y la violencia de Estado que incluyen la tortura y la prisión por razones políticas; la violencia contra las mujeres sigue siendo un problema generalizado que implica la manifestación más cruel de discriminación y desigualdad.

El legado de las hermanas Mirabal está vivo en cada mujer, en cada país, en cada visión democrática que garantice libertad, seguridad e inclusión. En su honor seamos mujeres fuertes, decididas y luchadoras, construyamos sociedades de bienestar, países de oportunidades para todas y todos, vamos a construir una cultura de paz e igualdad, donde nadie se quede atrás.

Gracias Patria, Minerva y Maria Teresa por enseñarnos con su ejemplo a luchar por la libertad. Seguiremos su camino de lucha, haciéndonos conscientes de que, si tocan a una de nosotras, nos organizaremos todas, y juntas levantaremos nuestros brazos para ser más fuertes.

Janet Camilo
Vicepresidenta de la Internacional Socialista de Mujeres y presidenta del Instituto Latinoamericano Mujer y Política. Participante en la VIII edición del Programa Mujeres Líderes Iberoamericanas de Fundación Carolina

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