Desde hace varias semanas estamos recibiendo a investigadores/as becados por la Fundación Carolina, que llegan a España con el objeto de realizar sus investigaciones en universidades y centros de investigación repartidas por la geografía española. Hablamos con algunos de ellos para que nos cuenten sus expectativas y cómo piensan que sus investigaciones pueden impactar de una forma positiva en las sociedad.
Investigaciones que contribuyen al bien común
Mario Vega Yáñez es profesor de Gerencia Política en la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Mayor de San Andrés, Bolivia. Viene a realizar una investigación en el área de Comunicación Política en la Universidad Complutense de Madrid, centrándose en las estrategias de construcción de discursos de fraude electoral presentes en los últimos procesos electorales a nivel mundial.
Para él, esta es una «oportunidad muy grande de venir a estudiar y conocer Europa». Reconoce que «poder dedicarse, en universidades de primer nivel, a hacer lo que a uno le gusta no tiene precio en el mundo». Además, «es una gran oportunidad de poder generar lazos personales e institucionales con mi universidad de origen, que pueden abrir puertas a muchas personas más interesadas en especializarse en el área de Comunicación Política».
Mario tiene la ilusión de poder inspirar a colegas y alumnado «a que se animen a la aventura de realizar un doctorado y a perder el miedo a postular a becas». Además, manifiesta que tiene la expectativa de poder sumarse a un grupo internacional de investigación «que me permita abrir otros horizontes en lugares y realidades desconocidas para mí hasta el momento».
Fortalecimiento de las instituciones
El objetivo de la investigación de Mario es contribuir al fortalecimiento de las instituciones, clave en la consecución de la Agenda 2030, para evitar que el impacto de la manipulación mediática sorprenda al Estado sin mecanismos para identificar noticias falsas y derive en situaciones tan complicadas como las que atraviesa Bolivia desde el año 2019.
Diego Carrasco es profesor en la Universidad de Cuenca, Ecuador, y realiza una investigación sobre teatralidades y dramaturgias en la Universidad Carlos III de Madrid. Según indica, es importante estudiar las teatralidades «en una sociedad que está teatralizada al máximo». Está muy contento porque le interesa mucho la capacidad que se tiene en España de desarrollar reflexiones, aspectos técnicos y metodológicos en la investigación escénica; y está feliz de poder aprender de los y las investigadoras escénicas de España.
El teatro como herramienta de mediación social
El teatro, tal y como indican, «puede ayduar a enormes grupos humanos a mejorar los niveles de seguridad en ámbitos barriales, porque el teatro es una herramienta extraordinaria de mediación social». Continúa afirmando que «mientras más gente tengas metida en el ámbito de la cutura, menos gente joven vas a tener en la calle». Por último, manifiesta que «hay que entender que hay una dimensión de la cultura que va más allá de la creación artíctica», y que «es transversal a todos los ODS de la Agenda 2030».
Belén Raggiotti es ingeniera en la Universidad Tecnológica Nacional, y ha conseguido una beca de movilidad de profesorado argentino, para realizar una investigación en el CSIC, concretamente en el Instituto de ciencias de la construcción Eduardo Torroja (IETCC). El objetivo del estudio es analizar la corrosión de armaduras por efecto de cloruros. Confiesa estar «muy contenta: esta beca es algo que había visto hace un tiempo y cuando me salió, estuve muy feliz».
Mejorar las infraestructuras y el medioambiente
Con esta investigación, Belén contribuye a la consecución de la Agenda 2030, concretamente a través del ODS 9 (Industria, innovación e infraestructura), analizando los materiales para que estos puedan ofrecer una mayor calidad de vida a las personas, mejores infraestructuras para que la gente pueda vivir en entornos más deseables». Pero no solo eso, ya que también pretende contribuir al medioambiente: «La idea es que el material sea lo más durable posible, y así, consecuentemente, habrá menos materiales necesarios para su demolición; al tratarse de espacios tan grandes, su demolición pueden dañar el medioambiente».
