“Veinticinco años de sueños, de talento, de oportunidades.” Así comienza el vídeo con el que conmemoramos el 25 aniversario de la Fundación Carolina. Y pocas frases podrían resumir mejor este cuarto de siglo. Porque en esos tres sustantivos —sueños, talento, oportunidades— cabe una historia colectiva: la de miles de personas que, desde distintos rincones de América Latina, cruzaron el Atlántico para formarse, compartir y regresar con nuevas ideas, nuevos vínculos y una convicción profunda en la fuerza transformadora del conocimiento.
Este mes de octubre hemos celebrado 25 años desde que la Fundación Carolina echó a andar. El acto conmemorativo, celebrado en la sede de la Fundación Ortega-Marañón bajo el lema “25 años cambiando vidas”, reunió a autoridades, patronos, colaboradores y exbecarios/as. En cada saludo, en cada historia compartida, se respiraba la certeza de que la cooperación se escribe con nombres propios: los de quienes un día soñaron, estudiaron y hoy devuelven al mundo lo aprendido.
En palabras de Érika Rodríguez Pinzón, directora de la Fundación Carolina, este aniversario no es solo una cifra redonda, sino la confirmación de un propósito: “Durante este tiempo, nos hemos consolidado como una institución clave de la cooperación española, abriendo oportunidades de formación, investigación y liderazgo a miles de personas en toda Iberoamérica.”
Esa red sigue creciendo. Lo hemos visto este mes en iniciativas que, más allá de la celebración, reafirman nuestro compromiso con la cooperación, la democracia y los derechos humanos. Celebramos el curso “Defendiendo Derechos Humanos: de la teoría a la práctica”, organizado junto a la AECID y la Unión Iberoamericana de Universidades, donde defensores y defensoras de toda América Latina compartieron estrategias y esperanza. También pusimos en marcha el programa “Personas defensoras de Derechos Humanos”, un nuevo espacio para quienes, desde contextos difíciles, sostienen cada día la dignidad humana.
La cultura no se ha querido perder la fiesta. Con Casa de América y el Curso de Desarrollo de Proyectos Audiovisuales Iberoamericanos celebramos el ciclo de cine “Miradas compartidas: 25 años apoyando el cine iberoamericano”, una ventana a las historias que esta región se cuenta a sí misma. En paralelo, la exposición “Ficciones de lo real” reúne a siete exbecarios/as que, cámara en mano, exploran la memoria, la identidad y el territorio. Cine y fotografía que dialogan como dos formas de mirar lo mismo: un continente en movimiento, que busca reconocerse sin perder su acento.
En estos 25 años hemos aprendido que la cooperación no es solo una política pública: es una manera de entender el mundo. Es tender puentes, escuchar, compartir. Es creer que la educación transforma, que la cultura une, que la democracia se cuida y que el futuro se construye entre todos y todas.
Por eso, mientras brindamos por lo recorrido, también miramos adelante. Queremos seguir ampliando la Red Carolina, una comunidad viva de personas que piensan, crean y trabajan por una Iberoamérica más justa, más sostenible y más unida.
25 años después, seguimos soñando, creyendo en el talento y multiplicando oportunidades. Porque cada beca, cada proyecto, cada encuentro, es una historia que empieza con la misma certeza que abre nuestro vídeo: “Veinticinco años de sueños, de talento, de oportunidades.”