Hablamos con

Entrevista a Julio Bernal

Entrevista a Julio Bernal

Hablamos con
Julio Bernal
Podemos clasificar las actitudes de los becarios y becarias hacia los ODS en tres diferentes grupos, según el nivel de desarrollo personal y profesional de cada quien. Un primer grupo aspira a satisfacer sus necesidades personales, como obtener un mejor nivel de vida, a partir de su crecimiento profesional. Otro grupo manifiesta el compromiso de contribuir directamente a solucionar las carencias de sus propias comunidades, para lo cual requieren mejorar su formación académica.

Entrevistamos a Julio Bernal, primer beneficiario de las becas “sede Carolina”, una nueva modalidad destinada a perfiles senior para que desarrollen una investigación en el área de Estudios y Análisis de Fundación Carolina.

P: Pasado ya el ecuador de tu estancia como becario “sede Carolina”, ¿Qué avances podrías adelantarnos sobre tu investigación?

El objetivo de la investigación es determinar cuáles son las concepciones de los becarios de Fundación Carolina hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible -ODS-. En el análisis he identificado que, de las áreas de desarrollo de la persona: profesional, personal y humana, las respuestas de los becarios están relacionadas sobre todo con el desarrollo profesional, cuyas motivaciones, deseos, aspiraciones y necesidades obedecen al desarrollo personal, mientras que los ODS están ligados al desarrollo humano.

Podemos clasificar las actitudes de los becarios hacia los ODS en tres diferentes grupos, según el nivel de desarrollo personal y profesional de cada quien. Un primer grupo aspira a satisfacer sus necesidades personales, como obtener un mejor nivel de vida, a partir de su crecimiento profesional. Otro grupo manifiesta el compromiso de contribuir directamente a solucionar las carencias de sus propias comunidades, para lo cual requieren mejorar su formación académica.

También están quienes tienen una visión más amplia, compleja y multidimensional de las diversas necesidades globales, y buscan soluciones interdisciplinarias y multidisciplinarias que incluyen a otros profesionales e instituciones, con las que puedan establecer sinergias y gestionar alianzas, incluso internacionales.

En esta vía, los ODS que se vinculan de manera mayoritaria como interés central a las propuestas de los becarios son el número 4 – Educación de calidad, 3 – Salud y bienestar, 13 – Acción por el clima, 5 – Igualdad de género y 10 – Reducción de las desigualdades.

Respecto al ODS 4 – Educación de calidad, los becarios consideran que la educación es fundamental para el desarrollo de las comunidades, de los países y de las regiones, y que ha sido fundamental para su desarrollo personal y profesional. Muchos de ellos aspiran a ser docentes, especialmente en la universidad, y quienes ya lo son desean cualificarse. 

En segundo lugar, se evidencia un compromiso con el medio ambiente. Además de trabajar sobre los ODS mencionados anteriormente, los becarios incluyen otros objetivos como 15 – vida de ecosistemas terrestres y 14 – vida submarina. En este ámbito se evidencia una sensación de crisis y una necesidad de formación de competencias con enfoque de desarrollo sostenible para atender las necesidades del planeta con bases académicas sólidas.

P: A la luz de tus primeras averiguaciones, ¿Consideras que el marco de los ODS empieza a estar inserto en el sistema de educación superior español? ¿Crees que lo está en el ámbito universitario latinoamericano, en general, y en el de Colombia en particular?


Aunque la investigación que desarrollo no tiene como objetivo identificar si los ODS están insertos en el sistema de educación español o latinoamericano, identifico varias posturas que se despliegan en un contexto de acreditación de calidad educativa e institucional, además del estatus de autonomía universitaria.

En un primer lugar, hay un aspiración a diseñar un currículo unificado que se ajuste a todas las universidades, como lo propone, en el caso de España, el proyecto “EDINSOST: Educación e innovación social para la sostenibilidad – Formación en las Universidades españolas de profesionales como agentes de cambio para afrontar los retos de la sociedad”.

En un segundo grupo, las instituciones cotejan sus intereses académicos con los ODS para  generar  planes de acción y seguimiento, como en el caso de México y el documento “Visión y acción 2030” que establece cómo las universidades pueden ser agentes activos de cambio hacia la sostenibilidad. 

Por otro lado, están las universidades que con su misión, fortalezas académicas y ejes temáticos responden directamente a los ODS. Ejemplo de esto es la Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales -UDCA-, en Colombia, o la Alianza de Redes Iberoamericanas de Universidades por la Sostenibilidad y el Ambiente -ARIUSA- .

Además, están las universidades que consideran que al aumentar su cobertura y calidad ya están cumpliendo con el ODS 4 – Educación de calidad. Por último, las instituciones que aún no involucran los ODS en sus objetivos.   

 

P: ¿Hasta qué punto, tanto como investigador como antiguo estudiante, piensas que se está consolidando un espacio iberoamericano de conocimiento? ¿Percibes alguna evolución al respecto en los últimos 15 años?

En general, la búsqueda de un espacio de conocimiento aun propone los mismos mecanismos “macro” que refuerzan una relación vertical entre Norte – Sur, como la financiación de cursos cortos, posgrados, estancias académicas, entre otros. Considero que hoy el reto está en lograr relaciones desde un enfoque más horizontal, con macroproyectos de investigación de impacto, que trasciendan los límites territoriales, disciplinares y epistemológicos establecidos hasta ahora.

P: En tanto ex becario de la FC ¿Qué contrastes aprecias desde un punto de vista sociocultural entre la España que viviste en 2008 y la de hoy en día?

En la actualidad percibo una diversidad cultural más integrada a la sociedad; una nueva configuración política en el país con la aparición de partidos como Podemos y Vox; un aumento en los precios inmobiliarios y una mayor dificultad para alquilar piso; un clima más irregular, menos previsible, lo que se hace presente en las conversaciones cotidianas sobre la crisis climática y las acciones del día a día para hacerle frente. 

En 2008 disfruté mucho del patrimonio arquitectónico y cultural de Madrid, ahora también aprovecho una ciudad más verde gracias a espacios en los que se ha buscado la conservación de la naturaleza y la rehabilitación sostenible, como ciertos parques y Madrid Río.

Percibí como en medios de comunicación llamaban la atención sobre la inminente llegada de una crisis económica y cómo se hablaba de la desesperanza de los jóvenes, a quienes denominaban “mileuristas”. Hoy noto que esa percepción de crisis es permanente, limitante y se añora un pasado mejor.

También me llama la atención ver cómo está perdido el hábito de leer libros en el metro, ahora allí domina el uso de celular para otras dinámicas y actividades. 

P: ¿Nos podrías explicar resumidamente en qué consiste tu trabajo en el Instituto Caro y Cuervo?

El Instituto Caro y Cuervo es una entidad pública adscrita al Ministerio de Cultura que se dedica a la investigación, educación de posgrados y salvaguarda del patrimonio lingüístico y literario de Colombia. Como Coordinador de Investigaciones, propongo planes anuales de investigación buscando articular los proyectos con la docencia y la divulgación o apropiación social del conocimiento. Cada año se aprueban y se acompañan aproximadamente treinta proyectos desarrollados por nuestros investigadores y docentes de las diferentes maestrías en áreas de Lingüística, Literatura, Español como Lengua Extranjera y Segunda Lengua, Estudios Editoriales y Escritura Creativa.

Por otra parte, lidero la línea de investigación Lingüística de Corpus y Computacional, cuyo objetivo es aplicar nuevas tecnologías (software especializado y rutinas de programación) al procesamiento y análisis de bases de datos de las lenguas de Colombia para la creación, sistematización y análisis de corpus y mapas lingüísticos y literarios, y diccionarios.

P: Por último, ¿Cómo valoras el estado actual de la cooperación científica y académica entre España y Colombia?

Entre España y Colombia existe una relación virtuosa orientada de manera natural por sus vínculos lingüísticos y culturales. Desde hace varias décadas Colombia entró en un proceso de acreditación de la calidad educativa que exige una mejora continua en la docencia y en la investigación, para lo que ha establecido alianzas con los diferentes organismos españoles de cooperación. Al respecto, quiero destacar que Colombia ha sido el país que más recursos ha recibido de Fundación Carolina: 27 millones de euros para otorgar más de 2 mil becas y 311 visitas.

 

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