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María Belén García, becaria del Máster en Estudios Interdisciplinares de Género

María Belén García, becaria del Máster en Estudios Interdisciplinares de Género

«Actualmente, me encuentro cursando el Máster Universitario en Estudios Interdisciplinares de Género en la Universidad de Salamanca. Una de las cuestiones más me llama la atención de la formación adquirida es todo lo que aún nos falta avanzar para alcanzar la igualdad y equidad de género en todos los espacios que habitamos. En relación a esto, considero que, quizás, el haber adoptado una perspectiva colonialista es lo que nos ha impedido en lograr transformaciones radicales respecto al alcance real de muchos avances teóricos e institucionales propuestos.

Considero que si bien hemos avanzado en diferentes ámbitos produciendo, sobre todo, un importante reconocimiento de la igualdad formal entre varones y mujeres, particularmente en términos de equiparación de derechos políticos, sociales y laborales, lo que tiene que incomodarnos y preocuparnos es que la igualdad efectiva aún no ha sido alcanzada.

La violencia de género y el desigual reparto de trabajo no remunerado de cuidado persisten como problemáticas aún no resueltas, convirtiéndose en obstáculos para la equidad social y de género. Avanzar en estos aspectos, sin duda, deberían ser dos de nuestros desafíos y cuestiones imprescindibles para seguir avanzando en igualdad y justicia de género.

Para avanzar en estas áreas se requiere de dos aspectos que considero centrales. En primer lugar, lograr alcanzar la efectiva corresponsabilidad en los cuidados. Este concepto implica, por un lado, la igual participación de hombres y mujeres en el trabajo no remunerado de cuidados, y por otro lado, la asunción de responsabilidades por parte de los Estados de promover y garantizar el derecho al cuidado, asumiendo la garantía de su calidad y gratuidad a lo largo de todo el ciclo vital para todas las personas, considerando de esta forma como un problema colectivo.

Esto, a su vez, requiere la modificación de los roles, papeles y estereotipos de género. Lo cual se relaciona con la segunda cuestión que considero central, y es la transformación de la masculinidad como dispositivo de poder. La única forma de desfeminzar los cuidados, tiene que ser modificando la noción de privilegio asociada a los mandatos de la masculinidad. A su vez, la transformación de esta concepción de masculinidad no solo ayudará al alcance de la corresponsabilidad de género en los cuidados, sino que también, permitirá el avance en derechos sexuales, reproductivos, así como, en lograr revertir el aumento de la violencia de género hacia las mujeres.»

 

María Belén García

Becaria de la Fundación Carolina del Máster Universitario en Estudios Interdisciplinares de Género en la Universidad de Salamanca, España. 

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