En las últimas semanas han defendido la tesis doctoral dos exbecarios/as de las promociones 2019 y 2021.
Vanessa del Pilar Obando Casanova (Chile), profesora de la Universidad Austral de Chile y exbecaria de Doctorado 2021, defendió el 23 de abril la tesis doctoral del programa en “Ciencias del Deporte, Educación Física y Actividad Física Saludable” de la Universidad de Vigo. Es la primera persona becada por la Fundación que se doctora por esta universidad. Su tesis, titulada “Campus saludable desde la perspectiva de la vida activa, saludable y sustentable para la formación integral de futuros profesionales titulados de la Universidad Austral de Chile”, fue evaluada con la máxima calificación: sobresaliente cum laude.
Y, en segundo lugar, el docente de la Universidad Central de Venezuela, José Félix Salazar Cruces, que se doctoró el 14 de mayo por la Universidad Jaume I (UJI), en el programa de Doctorado en Estudios Internacionales en Paz, Conflictos y Desarrollo. La tesis sobre “Educar para transformar conflictos. Valoración de los conocimientos, habilidades y recursos para hacer las paces en la formación de grado en psicología social en Venezuela” también obtuvo la máxima distinción, sobresaliente cum laude.
Por el momento se han doctorado 25 docentes de la promoción 2019 (47,2% de las 53 becas concedidas ese año). En el caso del programa Doctorado 2021, que se encuentra en el cuarto año de prórroga, lo han logrado 10 exbecarios/as (30,3%). En el conjunto de las convocatorias 2013 a 2021 han defendido la tesis hasta el momento 200 personas (66,7%).
Ambos nos contestan a unas preguntas para detallar sus investigaciones.
Vanessa:
¿Sobre qué trata la tesis doctoral que has realizado? ¿Por qué elegiste ese tema?
La investigación aborda los hábitos de vida activos, saludables y sustentables del estudiantado durante su formación profesional desde una perspectiva integrada de la comunidad universitaria, comprendiendo, entre otros elementos relevantes, la importancia de la preparación de futuros agentes de cambio en la salud individual, colectiva y planetaria.
Abordar este tema de investigación va más allá de cumplir con el desarrollo académico esperado de una profesional que ejerce en el ámbito de la educación superior, responde a una necesidad y posicionamiento vital de contribuir a la preservación de la vida de manera armoniosa entre los ecosistemas, por lo que, desde mi área de acción, pretendo aportar a que los futuros agentes de cambios desarrollen competencias que trasciendan a su quehacer profesional, pero que a su vez, desde una perspectiva compleja, sistémica y de relaciones inter y codependientes comprendan el impacto de sus decisiones laborales y personales.
¿Qué significó la obtención de la beca de Fundación Carolina para tu doctorado?
Si bien esta respuesta se puede explicar desde dos ámbitos, lo profesional y personal, es imposible separar lo uno de lo otro, porque la beca, desde el proceso de postulación, que inicia al interior de la institución de procedencia, significó un desafío constante. Esto se reflejó en la confianza y fortalecimiento en mis competencias investigativas y convicciones personales y a su vez la trascendencia de que la investigación puede ser un aporte a mi institución, pero por, sobre todo a las futuras generaciones, aunque sea una pequeña acción entre otras miles que se desarrollan a nivel mundial.
Por otra parte, las estancias doctorales me permitieron vivenciar Pontevedra, ciudad abundante de ejemplos sobre la promoción de los hábitos de vida activos, saludable y sustentables desde una perspectiva de la salud individual, colectiva y planetaria, donde el vivir bien se siente en la humanización transversal de sus espacios, las relaciones entorno natural-construido con las personas, en especial la infancia y la adultez mayor. Esto me permite evidenciar desde la vivencia misma que las transformaciones sí son posibles.
¿Qué importancia tiene tu tesis doctoral con vistas al futuro? ¿Qué impacto social positivo puede tener?
La formación monodisciplinar al servicio del mercado es la tendencia en las instituciones de educación superior, dejando en un segundo o tercer plano la formación integral de las personas. En este sentido, un profesional integral será una persona con una actitud orientada a la preservación de la vida, evaluando su quehacer en función de este principio vital, lo que a su vez implica de manera indisociable poner atención y acción en las poblaciones vulnerables.
Desde otra arista, transformar comportamientos de riesgo para la salud individual de las personas implica diferentes beneficios en tanto al gasto público, el desarrollo socioeconómico, la preservación de los ecosistemas, entre otros.
¿Qué cosas sabes ahora que te hubiese gustado saber antes de empezar tu tesis doctoral?
Desarrollar una tesis doctoral implica un gran volumen de trabajo, el que se ve reflejado en horas y horas de lectura, hacer y deshacer en el documento, entre otras micro y macros acciones que consumen tiempo, por lo que me hubiese gustado conocer de estrategias de gestión del tiempo, que posibilitaran un equilibrio saludable entre lo académico, familiar y en específico sobre el autocuidado integral. Sin embargo, en el transcurso lo fui aprendiendo y poniendo en práctica, planteándome objetivos claros y alcanzables.
La revisión de la literatura fue una apertura a las diversas teorías y experiencias desarrolladas a nivel mundial sobre la salud individual, colectiva y planetaria, que de conocerlas antes hubiesen transformado y enriquecido el planteamiento y justificación del estudio.
José Félix:
Sobre qué trata la tesis doctoral que has realizado?
Esta investigación analiza el currículo formativo en psicología social impartido en el Grado/Licenciatura en Psicología de la Universidad Central de Venezuela (UCV) usando el marco analítico de la Educación Crítica para la Paz. En tal sentido, establece un conjunto de conocimientos, habilidades y recursos para hacer las paces con la literatura especializada en el tema y realiza un estudio de casos intrínseco de corte cualitativo. Para ello, se conformó un corpus informativo constituido por 20 programas de asignaturas dictadas por el Departamento de Psicología Social de la Escuela de Psicología de la UCV y se entrevistó en profundidad a 23 estudiantes del Ciclo Aplicado de Psicología Social de las cohortes que comenzaron dicho ciclo entre 2015 y 2018.
De esta manera, la investigación construye un enfoque teórico y analítico en Educación Crítica para la Paz desde y sobre el Sur global; analiza los aportes, obstáculos y desafíos del caso en estudio y elabora recomendaciones curriculares para fortalecer el rol de construcción de paz en la formación en psicología social en Venezuela.
¿Por qué elegiste ese tema?
Hay tres razones que justifican esta investigación: contextuales, académicas e institucionales.
A nivel contextual, destaca la grave crisis de convivencia colectiva que atraviesa Venezuela tanto en el plano político como lo social: el aumento de la desigualdad y de las violencias institucionales y sociales en un conflicto de larga duración que se ha agravado en las últimas décadas.
Académicamente, en el ámbito de la Educación en Estudios de Paz y Conflicto, existe un interés reciente en analizar las relaciones que guarda el campo educativo universitario con el campo político, social y cultural. Desde estas perspectivas críticas, la investigación busca dilucidar la contribución de las instituciones de educación superior en la reproducción o mitigación de la violencia estructural y simbólica, para potenciar su papel en la construcción de infraestructuras para la paz.
A nivel institucional, la formación en psicología social en la Universidad Central de Venezuela adolece de sinergia pedagógica, tras haberse planteado a finales del siglo pasado para una sociedad que se ha transformado profundamente en los últimos años. Así las cosas, la posibilidad de dar respuestas a las problemáticas contemporáneas requiere analizar el currículo y fortalecer los recursos para transformar conflictos en la formación que se imparte.
¿Qué significó la obtención de la beca de Fundación Carolina para tu doctorado?
El apoyo de la Fundación Carolina ha sido fundamental para mi formación como profesor de una universidad pública que proviene de un contexto afectado por conflictos. Esta beca ha permitido el fortalecimiento de mi perfil como investigador, pues la compleja situación humanitaria de Venezuela clausura al profesorado universitario en el ejercicio exclusivo de la docencia.
¿Qué importancia tiene tu tesis doctoral con vistas al futuro? ¿Qué impacto social positivo puede tener?
La tesis doctoral que he realizado es la primera investigación que se hace en Venezuela con el enfoque de Educación Crítica para la Paz. Por ello, puede servir como fuente de consulta para agencias y actores interesados en profundizar y aplicar este enfoque.
Por otra parte, la investigación documenta un conjunto de prácticas socio-reflexivas que constituyen una innovación pedagógica del Departamento de Psicología Social de la Universidad Central de Venezuela. En un sentido, la formación impartida desde este enfoque desarrolla las capacidades de pensamiento crítico y análisis. Por el otro, fomenta la empatía y la solidaridad a través del reconocimiento de la diversidad cultural y social de la sociedad venezolana. Estas competencias son fundamentales en la formación en psicología social y pueden expandirse a toda la formación universitaria en el país.
De esta manera, la investigación puede servir de base para promover el rol de “agentes de construcción de paz” en la formación en psicología de las 11 universidades que imparten estos estudios en Venezuela. Asimismo, puede desarrollarse una cátedra interuniversitaria con foco en las temáticas de Educación, Convivencia, Paz y Conflicto, que se articule con redes regionales, movimientos sociales y diferentes públicos, con la finalidad de fortalecer el diálogo social y transformar realidades concretas.
¿Qué cosas sabes ahora que te hubiese gustado saber antes de empezar tu tesis doctoral?
En primer lugar, desconocía la ingente cantidad de recursos sociotécnicos —programas de procesamiento de datos, gestores de bibliografía, redes de intercambio, entre otros — que facilitan actualmente la investigación a nivel global.
Por otra parte, por la precariedad del contexto global de mi país, me encontraba al margen de las profundas transformaciones que ha experimentado la investigación académica en ciencias sociales en las últimas décadas, sin acceso a bases de datos y comunidades epistémicas con trayectoria en Educación para la Paz. Este aislamiento —antes de realizar el doctorado— no me permitía reconocer la comunalidad de recursos, enfoques y supuestos que comparten los Estudios de Paz y Conflicto con la Psicología Social venezolana y latinoamericana.
