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Una nueva etapa

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Una nueva etapa

El 7 de septiembre de 2018 el Patronato de la Fundación Carolina nombró un nuevo equipo de dirección. Esta renovación ha implicado la apertura de una nueva etapa en la Fundación a partir de su reafirmación como instrumento especializado de la acción exterior y la cooperación españolas; del reconocimiento del acervo acumulado y del trabajo realizado en periodos anteriores; y de la necesidad de adoptar nuevas orientaciones para responder a un contexto internacional cambiante y a la nueva realidad de Iberoamérica y de las relaciones de España y la UE con América Latina y el Caribe. Una realidad, a ambos lados del Atlántico, convulsa e incierta, que somete a debate nuestros sistemas políticos y económicos y nuestras principales convenciones y acuerdos, y a la que no podemos permanecer ajenos. Es necesario, por tanto, un renovado esfuerzo para que la Fundación Carolina siga siendo relevante para las sociedades iberoamericanas, en particular en lo referido a las demandas relacionadas con la educación superior, el mundo del trabajo, o los nuevos retos que ha de encarar la ciudadanía, las empresas y las políticas públicas.[expand title=»Leer más»]

Por su naturaleza, mandato y funciones la Fundación Carolina es una institución única en la acción exterior, la diplomacia pública y el sistema español de cooperación al desarrollo, constituyendo una propuesta singular de alianza público-privada cuyos perfiles y estrategias procede reforzar y actualizar. Los ciclos de gestión previos, cada uno con sus propios énfasis y características, han consolidado a la Fundación en tanto instrumento que actúa como enlace activo y reconocido entre la administración pública y las grandes empresas, canalizando propuestas y recursos para afianzar iniciativas de cooperación iberoamericana en los campos de la educación, la ciencia y la cultura, con especial presencia en el ámbito de la educación superior.

La nueva etapa reconoce una institución estable y con un potencial no suficientemente aprovechado en cuanto a su contribución a la acción política y a la elaboración técnica, cuyas líneas estratégicas pasan necesariamente por su armonización con la Agenda de Desarrollo 2030, que constituye el nuevo paradigma universalista y transformador para las políticas de desarrollo y a cuya construcción la Fundación Carolina debe contribuir desde los ámbitos de actuación que le son propios.

La Agenda 2030 no nos es en absoluto ajena, e interpela de manera directa al mandato de la Fundación en lo que se refiere al papel del conocimiento y la educación superior en el ámbito Iberoamericano. Sus cinco dimensiones –sus “cinco “p”- ofrecen a la Fundación un marco de actuación que orienta necesariamente su trabajo: “personas”, que refuerza el concepto de dignidad humana y pone en valor el carácter equitativo del acceso y permanencia en los sistemas de educación superior; “planeta”, que apela a la sostenibilidad de las acciones a llevar a cabo y al cambio de modelo de producción y consumo; “prosperidad”, que refuerza las ideas de cambio productivo y empleo decente para los jóvenes; “paz, justicia e instituciones sólidas”, que recalca el papel del Estado y las políticas públicas y alude a conceptos tales como transparencia, justicia y cuidados; y “partenariados”, que afianza el carácter de la institución en cuanto alianza público privada y orienta su trabajo en términos de coordinación sistémica con otras instituciones de la cooperación al desarrollo, la diplomacia pública y la acción exterior del Estado, al apoyo al multilateralismo activo, y a la provisión de bienes públicos globales. Tanto las administraciones como las empresas que están presentes en nuestro Patronato están haciendo serios esfuerzos por incorporar la Agenda 2030, y la Fundación también ha de reajustar su actuación para sumarse a ese propósito desde su mandato y singularidad.

La Fundación Carolina forma parte de un sistema más amplio que comparte objetivos y, en múltiples ocasiones, también propuestas y programas de trabajo. Procede por tanto, en este nuevo periodo, articular esfuerzos con las otras instituciones del sistema -Secretaría de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica y su Dirección General de Planificación y Evaluación de Políticas para el Desarrollo Sostenible; la Agencia Española de Cooperación Internacional al Desarrollo (AECID); la Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas (FIIAPP), la Casa de América, etc.- tanto desde el punto de vista de la elaboración estratégica como de la coordinación institucional estable. El apoyo al diseño y diálogo de políticas, la elaboración y difusión de pensamiento especializado, la comunicación para el desarrollo, los programas de cooperación en temas formativos o de liderazgo, etc., son ámbitos en los que la Fundación puede contribuir a estos necesarios esfuerzos de coordinación sistémica. En similar sentido, estas buenas prácticas se vienen también promoviendo en el sistema multilateral iberoamericano, con cuyas instituciones centrales –Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación la Ciencia y la Cultura (OEI), Organismo Internacional de Juventud para Iberoamérica (OIJ), etc.- la Fundación Carolina mantiene una interlocución permanente y una colaboración activa, sobre todo en lo que se refiere a la construcción del espacio iberoamericano del conocimiento y la educación superior. La misma voluntad de diálogo y colaboración que también mantenemos con las universidades y centros de investigación con los que trabajamos, y sin los que no podríamos desarrollar nuestra labor.

A través de este boletín que ahora inicia su andadura queremos mantener un vínculo de comunicación con todos ellos. Vaya por delante nuestro agradecimiento por la atención que le puedan brindar.[/expand]

 

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