Punto de vista

Afianzar el Espacio Iberoamericano y Caribeño de la Educación Superior

Afianzar el Espacio Iberoamericano y Caribeño de la Educación Superior

Europa y América Latina-Caribe, junto con el resto del mundo, tienen ante sí grandes retos tecnológicos, económicos y sociales. Y la Universidad es la institución referente para abordarlos. En el cambio hacia una sociedad del conocimiento, que es donde podemos encontrar las soluciones verdaderamente responsables, las universidades jugamos un papel esencial. Nuestros campus son un poderoso vector de transformación desde los que articulamos la educación, la investigación y la innovación necesarias para abordar con garantías de éxito los desafíos del cambio climático, las transiciones digital, ambiental y energética, y el afianzamiento y extensión de la democracia.

Las universidades fomentamos una cultura global de apertura, tolerancia y diálogo y esta Responsabilidad Social Universitaria está cada día más presente en la misión y visión de nuestras actividades. En este sentido, los espacios académicos comunes han demostrado su capacidad para realizar contribuciones muy significativas en la configuración de economías competitivas y, sobre todo, sostenibles, resilientes e integradoras. Un claro ejemplo de ello es el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), un modelo de éxito transnacional que urge afianzar en Latinoamérica y Caribe.

El Espacio Iberoamericano y Caribeño de la Educación Superior está llamado a convertirse en un instrumento estratégico del Desarrollo Sostenible en la región. A través de esta alianza por el conocimiento tenemos la oportunidad de potenciar las diferentes capacidades de un espacio tan diverso y heterogéneo y contribuir a un desarrollo equilibrado que mitigue las desigualdades entre regiones.

La movilidad y la innovación son los pilares sobre los que tratamos de levantar este proyecto común. Y estamos trabajando para cimentarlo desde una dimensión social, con un régimen académico y económico que garantice la igualdad de oportunidades en el acceso y, también, con una arquitectura de cooperación y colaboración que impulse la generación de capacidades.

Pero la realidad se está revelando muy dura con nuestros deseos y la consolidación de ese Espacio Común no avanza al ritmo que nos gustaría. Tenemos claro cuáles son los primeros pasos, sin embargo, estos no terminan de completarse.

La experiencia en Europa ha demostrado que es clave homogeneizar la estructura de los estudios y títulos, así como la evaluación de su calidad. En España sabemos muy bien el enorme esfuerzo que supuso cambiar a un sistema de Grado, Máster y Doctorado. Dos décadas después, nadie pone en duda que la implantación del denominado proceso de Bolonia ha sido un éxito y que el simple hecho de que los créditos de los estudios cursados (ECTS) sean válidos en todo el EEES le ha dado un impulso a la movilidad del estudiantado y el profesorado de las universidades europeas que ha superado con creces las mejores expectativas.

Es imprescindible, también, alentar y acompañar en Latinoamérica y Caribe la creación de un marco de colaboración entre los sistemas nacionales y regionales de evaluación. El sistema de calidad internacional y acreditación y evaluación de la Educación Superior debe convertirse en el catalizador desde el que impulsar la movilidad académica a través del reconocimiento de estudios y títulos.

La transformación digital responsable es otro de los pasos concretos que deben afianzarse en esta estrategia de compartir, antes que competir. La responsabilidad del reconocimiento de estudios para movilidades de corta duración recae en las universidades y la mejor manera de llevarlo a la práctica es disponer de una herramienta informática común. Y, de nuevo, el papel de las redes y alianzas académicas vuelve a ser imprescindible como primer escalón desde el que progresar hacia un sistema compartido.

En el IV Encuentro Internacional de Rectores Universia, celebrado en 2018 en Salamanca, se reunieron más de 700 rectores y rectoras de universidades de 26 países, que pusieron el foco en el potencial de la tecnología para transformar el modelo educativo y operativo de las Instituciones de Educación Superior. De aquella cita surgió MetaRed, proyecto colaborativo del que hoy forman parte redes de TIC de 10 países iberoamericanos –incluyendo Portugal y España– que comparten buenas prácticas, casos de éxito, estudios y herramientas, con el objetivo de impulsar los procesos de transformación digital de las universidades de la región.

Por último, a caballo entre el fomento de la movilidad y la apuesta por la transformación digital, se está trabajando en el Programa Iberoamericano de Movilidad e Intercambio Virtual Académico (PIMIVA). Esta iniciativa de la Secretaría General Iberoamericana, en colaboración con el Consejo Universitario Iberoamericano y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, fue aprobada por la XXVIII Cumbre Iberoamericana de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno el 25 de marzo de 2023 en Santo Domingo, República Dominicana y está previsto que su fase piloto se lance a principios de 2024. Su objetivo es promover la movilidad y el intercambio virtuales de estudiantes de educación formal de posgrado para enriquecer su formación académica y profesional con una perspectiva global e iberoamericana y constituye una de las acciones previstas en la Estrategia Iberoamericana para la Transformación Digital de la Educación Superior. De momento, participan 12 universidades de 6 países en su fase piloto y es de esperar que se sumen más.

Tanto la Declaración de Santiago de Compostela de la II Cumbre Académica y del Conocimiento UE-CELAC como la Declaración de Alcalá de Henares de la V Cumbre Académica del Conocimiento ALC-UE son muy claras. El avance hacia los espacios académicos comunes «exige un esfuerzo coordinado y generoso de todas las instituciones que están dispuestas a trabajar por el mismo» y «generar las condiciones políticas e institucionales». Si las universidades continuamos consolidando y avanzando, terminaremos por forzar las decisiones políticas que son necesarias para que el Espacio Común del Conocimiento y la Educación Superior en América Latina y el Caribe se convierta en una realidad. El siguiente gran objetivo será caminar hacia el Espacio Euro Latinoamericano y Caribeño de la Educación Superior, Ciencia, Tecnología e innovación.

Paso a paso.

Eva Alcón
Presidenta de la Conferencia de Rectores de las universidades españolas

Comparte:

Facebook
Twitter
LinkedIn
Email