Punto de vista

El conocimiento científico y la movilidad de investigadores como instrumentos para abordar los grandes retos globales

El conocimiento científico y la movilidad de investigadores como instrumentos para abordar los grandes retos globales

La ciencia tiene una gran responsabilidad en relación con los principales desafíos a los que han de hacer frente las sociedades contemporáneas. La colaboración científica es necesaria para abordar una gran variedad de retos globales como el establecimiento de un modelo de desarrollo global sostenible y justo, los crecientes riesgos para la salud global, la transformación digital, la crisis ambiental y climática, el desarrollo de un sistema energético basado en fuentes renovables, o el desafío que plantea la escasez de materias primas esenciales.

Mediante el desarrollo de la ciencia abierta, la promoción de nuevas formas de comunicación científica y el apoyo a la toma de decisiones políticas basadas en la evidencia, las organizaciones científicas pueden desempeñar un papel clave en la consolidación de la democracia, la cohesión social, la integración cultural y el crecimiento económico sostenible. Como demostró la pandemia de COVID-19, la ciencia es esencial para articular una respuesta a los principales riesgos, problemas y desafíos a los que se enfrenta nuestro mundo. El establecimiento de vínculos de colaboración entre científicos y decisores políticos puede contribuir al desarrollo de dinámicas que fomenten el diálogo, generen confianza y promuevan una mejor comprensión de la forma en que la evidencia científica puede informar el proceso de formulación de políticas, facilitando así el desarrollo de políticas públicas más efectivas.

Articular un modelo que facilite el impacto de la ciencia en la formulación de políticas implica asumir que las políticas públicas no se elaboran, aprueban y/o implementan de manera lineal, sino que la mayoría de las veces siguen procesos complejos en los que el conocimiento y las evidencias científicas influyen en diferentes instancias, y muchas veces de maneras imprevisibles e inesperadas.

Las redes científicas desempeñan un papel crucial en el logro de un cambio social positivo al facilitar el intercambio de conocimientos, ideas y recursos entre investigadores de diferentes países y disciplinas. Estas redes pueden ayudar a los responsables de la toma de decisiones, y a las sociedades en su conjunto, a responder a estos desafíos, proporcionando acceso a los conocimientos científicos más recientes y a las soluciones basadas en la evidencia. Al trabajar juntos, los científicos, los responsables de la formulación de políticas y otras partes interesadas, tanto del sector público como del privado, pueden aprovechar el poder de la ciencia para lograr un cambio social positivo.

En los últimos años se han ampliado las oportunidades de colaboración científica a través de interacciones y redes virtuales. Los avances en las tecnologías de la información y la comunicación ofrecen grandes oportunidades para difundir los resultados de la investigación y establecer vínculos entre investigadores de diferentes países. El importante desarrollo de los sistemas de comunicación digital tras la pandemia ha demostrado cómo el acceso a nuevos medios de interacción y difusión del conocimiento científico puede tener un impacto significativo. Los medios digitales también pueden facilitar la comunicación entre investigadores, responsables políticos y la sociedad en general. No obstante, la movilidad de los investigadores sigue siendo una dimensión central para la identificación de temas prioritarios, el intercambio y el desarrollo de nuevas ideas, el aprendizaje mutuo, el acceso a infraestructuras de investigación y bases de datos, el intercambio de datos, la transferencia transnacional de materiales, la difusión de resultados y muchas otras dimensiones clave del trabajo científico. En este sentido, las instituciones científicas deben seguir dando prioridad al diseño, implementación y evaluación de sus programas de movilidad internacional con el fin de promover el desarrollo de la investigación de frontera.

A pesar de la existencia de un buen número de instrumentos de colaboración científica entre Europa y los países de África, Asia, América Latina y el Caribe, siguen existiendo considerables dificultades y retos prácticos en este ámbito. Además de recursos adicionales, resulta también necesaria una mayor flexibilidad en el funcionamiento de esos programas para satisfacer mejor las necesidades de los investigadores. Las instituciones científicas deben promover la co-creación de mecanismos de colaboración internacional, desarrollar una perspectiva a más largo plazo en muchos de esos programas, prestar especial atención a la dimensión de género, a las necesidades específicas de los jóvenes investigadores y a la promoción de migración circular en el ámbito científico.

Con objeto de reflexionar de manera colectiva sobre estos aspectos, y en el marco de la Presidencia Española del Consejo de la UE, el CSIC organizó a finales de noviembre de 2023 junto a Science Europe un seminario internacional de alto nivel en la que responsables de organizaciones científicas e investigadores europeos, africanos y latinoamericanos, intercambiaron percepciones, experiencias y propuestas con una clara aplicación para el desarrollo de estrategias e iniciativas por parte de las instituciones científicas. Este encuentro sirvió para informar los debates sobre el modo de promover políticas y prácticas destinadas a mejorar la colaboración equitativa y recíproca en el marco del nuevo Espacio Europeo de Investigación.

Alineado con los planteamientos anteriores, el CSIC desarrolla una estrategia de potenciación de la movilidad de investigadores que pasa tanto por la puesta en marcha de programas propios, como por el desarrollo de acuerdos de colaboración bilaterales, que promueven los intercambios entre investigadores del CSIC y sus contrapartes en centros de investigación del resto del mundo. Se pretende con ello que tanto los científicos, como el personal técnico y de gestión del CSIC, participe en dinámicas de intercambio de conocimiento de ideas, procesos, metodologías y técnicas de investigación. En este marco se encuadra el programa bidireccional de movilidad de investigadores entre el CSIC y organizaciones científicas de América Latina que acaba de iniciar su andadura de la mano de la Fundación Carolina y en el que tenemos puestas grandes expectativas.

Eloísa del Pino Matute
Presidenta del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)

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