La transformación digital se ha consolidado como un motor esencial para el desarrollo económico, social y político en América Latina y el Caribe. En este contexto, la adquisición y fortalecimiento de habilidades digitales se presentan como una prioridad estratégica para cerrar brechas que limitan la inclusión y para la participación incipiente de la región en la economía y mercado laboral global. La falta de una taxonomía estandarizada, o común, para las habilidades digitales es un reto de carácter global que dificulta la articulación entre sectores, la orientación de políticas y programas y la definición clara de objetivos formativos.
Esta fragmentación del lenguaje puede obstaculizar el desarrollo de talento y la coordinación de esfuerzos en América Latina, a lo que se unen las barreras tradicionales de acceso y desarrollo para el aprovechamiento de las nuevas tecnologías. Además, se precisan estimaciones del impacto económico de la inversión en competencias y habilidades, para incorporarlas en los análisis coste-beneficio y en la priorización de políticas públicas.
Este texto aspira a cubrir, al menos parcialmente, ambas brechas. En primer lugar, se elabora una taxonomía original, basada en los trabajos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), así como en iniciativas público-privadas, que identifica: i) las habilidades técnicas específicas, que incluyen la programación (especialmente en lenguajes como Python), el análisis y visualización de datos, y la seguridad informática; ii) las habilidades blandas, que engloban el pensamiento crítico, creativo, la comunicación, el trabajo en equipo, la negociación y presentación; y iii) las competencias digitales generales, que comprenden la alfabetización digital y el uso de herramientas digitales. En segundo lugar, se desarrolló un modelo económico, empleando una base de datos original, de oferta y demanda de competencias y habilidades, elaborada en colaboración con los equipos técnicos de Adecco, para estimar el impacto en crecimiento económico del cierre de las brechas de formación, y de una inversión complementaria en tecnología.
El momento de apostar en formación para el desarrollo de la economía digital en América Latina y el Caribe es ahora. Las reuniones internaciones como la 4ª Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo de Naciones Unidas, en Sevilla (España) en julio de 2025, la Cumbre UE-CELAC que se celebrará en Santa Marta (Colombia) en noviembre de 2025, y la Cumbre Iberoamericana que tendrá lugar en Madrid (España) en 2026 —cuyos trabajos preparatorios recién empiezan— se erigen como excelentes plataformas para acometer acciones conjuntas que promuevan una transformación digital inclusiva, sostenible y centrada en las personas. Esperamos que este documento permita contribuir al diagnóstico y la agenda de acción.
