En abril de 2020, cuando comenzaban a proyectarse los datos sobre el impacto futuro del nuevo coronavirus SARS-CoV-2 (COVID-19), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) publicó un informe destacando que la región solo cuenta, en promedio, “con 2,1 médicos por cada 1.000 habitantes, y existen grandes diferencias entre países: el número de médicos varía entre un mínimo de 0,2 en Haití y un máximo de 8,4 en Cuba” (CEPAL, 2020: 43). En Cuba, Según datos de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI, 2019: 10), el país tiene 97.202 médicos, con una cifra total del personal sanitario (estomatólogos y técnicos de la salud) que asciende a 294.723 en todo el país. Estos datos no asombrarán al lector, considerando el prestigio internacional que ha construido la isla caribeña en torno a su capacidad médica y biotecnológica. Una legitimidad reforzada por instituciones multilaterales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las Naciones Unidas, en general.








