Editoriales

Por un nuevo contrato social: renovar la democracia para no dejar a nadie atrás

Por un nuevo contrato social: renovar la democracia para no dejar a nadie atrás

Convivir es algo que va más allá de compartir un espacio geográfico y un momento temporal. Implica construir un presente de prosperidad y justicia desde el diálogo y el consenso, con el objetivo de crear nuevos espacios que nos ayuden a avanzar hacia sociedades más inclusivas, sostenibles y solidarias. También supone cuidar y revitalizar nuestras democracias, porque ninguna es perfecta, y los anhelos, generaciones y retos van cambiando. En esa capacidad de cambio reside, precisamente, una de las fortalezas de los sistemas democráticos.

Desde hace unos años, los indicadores sobre el estado de la democracia apuntan a que el problema de erosión y desafección de la democracia va en aumento, y se observa que este proceso está produciéndose a escala global. En un momento de cambio como el actual, se hace más necesario que nunca entender las causas, manifestaciones y efectos de ese malestar de la democracia y de la crisis de gobernabilidad que a menudo trae aparejada, en aras de establecer un nuevo contrato social que ponga a las personas y al planeta en el centro de las decisiones.

Con ese objetivo surge la iniciativa “Por un nuevo contrato social: renovar la democracia para no dejar a nadie atrás”, impulsada por el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, la AECID y la Fundación Carolina, que inauguró el ministro José Manuel Albares el pasado 25 de abril en un acto en Casa de América en Madrid. Aunque la erosión a la democracia se manifiesta en distintas formas en cada país, se trata de un problema compartido por América Latina y el Caribe y por la UE y otros socios de la región, lo que exige un espacio común de reflexión, y asumir que debemos buscar respuestas juntos.

La iniciativa se alinea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en especial con su objetivo 16 centrado en la paz, la justicia y las instituciones sólidas, al enmarcarse en su pretensión de “no dejar a nadie atrás”, y como la mejor forma de que el renovado contrato social tenga vigencia y pueda perdurar. Con la Agenda 2030 como horizonte, la iniciativa pretende abrir la deliberación sobre el presente y futuro de los países involucrados, compartiendo experiencias y perspectivas, con la intención de contrarrestar la creciente desafección hacia las democracias.

En el marco de esta iniciativa, Fundación Carolina trabaja por el fortalecimiento de las democracias desde un triple enfoque: realizando un estudio sobre el acervo de la cooperación española en gobernabilidad democrática; reforzando los programas de becas sobre gobernabilidad democrática, igualdad de género y derechos humanos; y recuperando programas de visitantes de jóvenes líderes de fuerzas políticas y movimientos sociales para que puedan formarse y conocer experiencias desde una lógica de deliberación y pluralismo. Con ello, continuamos reafirmando nuestro compromiso de mejorar las democracias y apostar por un modelo de desarrollo sostenible, económico, social y medioambiental.

Comparte:

Facebook
Twitter
LinkedIn
Email