En un contexto tenso, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, logró el domingo 28 de febrero uno de sus principales objetivos: tomar el control de la Asamblea Legislativa. Sin mayoría desde su investidura el 1 de junio de 2019, toda su gestión del poder ha apuntado hacia este primer y más importante hito de su mandato, las elecciones legislativas y municipales que culminaron con la victoria del partido oficialista, Nuevas Ideas (NI), en el Parlamento y en alcaldías estratégicas, como la de San Salvador. Con el 88,81% de las actas procesadas, NI tendrá la mayoría calificada con 56 diputados. En tal configuración, el partido oficialista no tendrá opositores relevantes y Bukele podrá también decidir en instituciones claves del Estado, como en la elección de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia y del nuevo fiscal general.
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