Editoriales

La Fundación Carolina y el nuevo curso académico

La Fundación Carolina y el nuevo curso académico

Foto de grupo Becarios/as 2023-2024

En estas semanas da comienzo el curso académico 2023-2024 y, con él, la vigesimotercera promoción de becarios/as de la Fundación llega a España para proseguir y perfeccionar su formación y vivir la “experiencia carolina”. Tras el periodo estival, la institución reemprende así sus actividades, recibiendo en primer lugar a esta nueva hornada de estudiantes, y desplegando simultáneamente su programación investigadora, de diplomacia pública y comunicativa que ejecutará de aquí a finales de año.

Septiembre viene caracterizado por la celebración de las jornadas de bienvenida a las y los beneficiarios de la Fundación, a quienes de entrada felicitamos por la obtención de la beca, y cuya presencia no viene sino a prestigiar científicamente nuestros campus universitarios y a enriquecer culturalmente nuestra sociedad. Del mismo modo, su venida contribuye a consolidar el mandato de la Carolina, en términos de fomento de la excelencia, el conocimiento, la interculturalidad y el bien común; nociones que en nuestra narrativa de trabajo se entrelazan, puesto que no hay verdadero talento sin esfuerzo y compromiso social, ni tampoco avances teóricos y tecnológicos sin impactos prácticos de alcance societal.

Esta relación entre saberes y resolución de retos sociales no solo responde al vínculo entre ciencia básica y aplicada, o al propósito institucional de incorporar criterios de sostenibilidad y valor público al conocimiento experto. Obedece igualmente a la lógica universalista y de progreso de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030, que nos sirve de marco programático fundacional, y, en concreto, a las nuevas normativas que guían los proyectos e iniciativas de la Carolina: la Ley de Cooperación para el Desarrollo Sostenible y la Solidaridad Global (LCDSSG), y la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU). En ambas leyes, sancionadas respectivamente en febrero y marzo de 2023, se prioriza de hecho la producción de un conocimiento al servicio de la sociedad, así como el refuerzo de la cooperación internacional en el ámbito académico. Y en ese cruce, precisamente, la Fundación Carolina se sitúa jurídicamente como la entidad de cooperación especializada en “el ámbito de la educación superior, ciencia y tecnología” (LCDSSG).

El curso se abre, pues, con la plena entrada en vigor de una regulación marcada por los mismos principios que la Fundación ejerce desde hace años: de transferencia e intercambio del conocimiento, de difusión de pensamiento crítico, de aplicabilidad de la investigación; pero también de preservación del clima y la biodiversidad, de defensa de la igualdad de género, o de promoción del multilateralismo y un orden internacional más inclusivo y basado en reglas. A ello se agrega el bagaje de 23 años de experiencia institucional “cambiando vidas” de personas que, a su vez, cambian y seguirán cambiando vidas en sus entornos sociales; y nuestra ilusión renovada de construir “comunidad iberoamericana” a partir de redes formativas y científicas, y de los lazos afectivos que forjan las vivencias compartidas.

Por lo demás, septiembre representa asimismo el reimpulso de las actividades previstas para un último tramo anual repleto de citas que darán cuenta de los objetivos trazados en nuestro Plan de Actuación. Cierre de investigaciones, gestión de visitas internacionales, nuevas publicaciones y presentaciones de libros, o participación activa en seminarios y debates públicos, jalonarán un otoño en el que continuaremos volcados en reforzar el acento iberoamericano de la Presidencia Española del Consejo de la Unión Europa, y empeñados en coadyuvar a que la agenda birregional avance hacia una “triple transición” —verde, social y digital— centrada en la lucha contra las desigualdades socioeconómicas. Esto es: fundamentada en un concepto de justicia que, además de combinar prosperidad y redistribución equitativa, logre renovar un contrato social comprometido con la generación presente, tanto como con el planeta y las generaciones futuras. Desde esta gran ambición, volvemos a la tarea.

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