El siguiente trabajo propone un balance del Acuerdo de Paz firmado entre el Gobierno de Juan Manuel Santos y la guerrilla de las FARC-EP en 1/11/ de 2016. Tras presentar los elementos más destacados que albergaba dicho Acuerdo, se problematizan tres aspectos. Primero, el profundo estado de incumplimiento, en buena parte, asociado al actual Gobierno de Iván Duque. Segundo, las dificultades territoriales y las debilidades institucionales que debilitan al Estado colombiano, y que coadyuvan la actual situación de retraso y complejidad en la transformación de la violencia. En tercer lugar, se aborda el alcance y significado de la violencia de terceros actores armados, aún vigentes, y que conectan tanto con la continuidad de las fuentes de financiación ilícita como con las muertes violentas que, preocupantemente, se desarrollan en contra de la vida de excombatientes y líderes sociales. Antes de presentar las conclusiones, se añade un ejercicio de prospectiva que relaciona el balance de la implementación con las próximas elecciones legislativas y presidenciales de 2022.
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